viernes, 29 de noviembre de 2013

"Retrato".

 Dicen que soy una chica alocada,
que hago las cosas al revés,
que soy un poco vaga.

 Dicen que soy bastante despistada,
un poco infantil y a veces,
una plasta.

  No soy alocada, soy feliz; no hago las cosas al revés, las hago de una manera...diferente, y no soy vaga. Bueno, vale, ahí les doy la razón.
  No es que sea despistada, es que de vez en cuando hay que evadirse; si soy infantil, es a mucha honra, porque lo que no me podéis negar es que el mundo de los niños es mil veces mejor que el de los "adultos". Vale, tal vez sea plasta, pesada, cargante y todos los sinónimos que encontréis; pero si soy así es porque esa persona me importa. Y mucho.

"Mi pie izquierdo", de Jim Sheridan.



   Realmente me ha asombrado la historia de Christy Brown, el protagonista de "Mi pie izquierdo". Un hombre que, contra todo pronóstico y en una casa hundida en la miseria, consiguió salir adelante y que, incluso, llegó a casarse. La familia de los Brown estaba constituida por Christy y sus hermanos; por su madre, una aguantadora mujer que a pesar de los momentos de flaqueza consiguió sacar a su familia a flote; y por el patriarca: el Señor Brown, un bebedor y malhumorado padre de familia que lo único que quería era que "se le respetase en su propia casa".
   ¿Qué más puedo decir? Una obra maestra que relata una desgarradora historia real en unos 99 largos minutos contando con un sobresaliente Daniel Day-Lewis y uno de los mejores actores de doblaje de nuestro país: Jordi Brau.